Muchas personas piensan que las chinches de la cama sólo se encuentran en hostales y hoteles sucios. Asocian la plaga de chinches de la cama con un entorno pobre e insalubre. Pues no es cierto: las chinches de la cama se pueden instalar tanto en albergues juveniles muy baratos como en hoteles cuatro estrellas, tanto en pisos humildes como en casas burguesas. Es cierto que encontramos más cucarachas en sitios sucios porque buscan los desechos alimenticios. En cambio, las chinches de la cama se alimentan con la sangre de los humanos: ¡cualquier sitio les vale mientras puedan salir a picarnos la piel! Un dormitorio con literas les sirve tanto como la habitación de un hotel de lujo: las chinches de la cama pueden encontrarse en cualquier sitio.
Hace años que realizamos tratamientos de fumigación de chinches de la cama en Barcelona, y podemos afirmar que todos los barrios están afectados por esta plaga. Las plagas de cucarachas están más presentes en los barrios antiguos de la ciudad como el Gótico, el Borne, el Raval o la Barceloneta. Eso se explica por diferentes motivos: los problemas estructurales de los edificios y alcantarillados facilitan la proliferación de las cucarachas, la gran cantidad de bares y restaurantes ofrece muchos puntos de agua y desechos alimenticios a estos insectos que siempre buscan lugares húmedos con restos de comida.
Pero la situación es muy diferente en el caso de las chinches de la cama, porque esta plaga no viene de fuera, de la calle, de la bolsa de la compra, del piso del vecino o de los bajantes comunitarios. La plaga de chinches de la cama siempre es una plaga importada por alguien que estuvo de viaje y la trajo a casa en su maleta, su bolso o su ropa. Caso típico: nos vamos de vacaciones a algún lugar y había chinches de la cama en la habitación. Quizás ni siquiera nos dimos cuenta en el momento, pero las chinches de la cama tuvieron tiempo de meterse en nuestra ropa o nuestra maleta, y volvimos a casa con ellas. Al cabo de unos días o a veces unas semanas, empezamos a sentir picadas durante la noche y nos despertamos con marcas rojas en la piel. En este momento, las chinches de la cama que trajimos de nuestro viaje ya colonizaron nuestra habitación y quizás otras partes de la casa.
A veces, el proceso se hace el revés: hemos invitado a alguien a nuestra casa, o hemos alquilado una habitación de nuestra casa, y esta persona tenía chinches de la cama de el equipaje. Los pisos turísticos están mucho más afectados por las plagas de chinches de la cama por una simple probabilidad estadística: si un piso recibe viajeros todo el tiempo, el riesgo de traer chinches de la cama es más alto que en el caso de una vivienda familiar. Lo mismo pasa con los hoteles, que pueden alojar un huésped con chinches de la cama en la maleta: la plaga se instala en la habitación, y los próximos clientes del hotel también estarán afectados. La plaga de chinches de la cama se extiende a una velocidad impresionante, de tal forma que los hoteles no siempre actúan a tiempo, incluso los hoteles más prestigiosos.
Hace unas semanas, un hotel cuatro estrellas de Bilbao se enfrentó a un problema similar y la noticia se hizo viral. Dos jóvenes se quedaron una noche en el hotel y en pocas horas, las chinches de la cama los comieron vivos: tenían decenas de picadas en las piernas y los brazos. La dirección del hotel aseguró que nunca habían tenido una plaga de chinches: en efecto, es posible que la plaga haya sido traída por un cliente anterior. Sin embargo, los desafortunados clientes tuvieron una noche de pesadilla y presentaron una queja al área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao. La indemnización ofrecida por el hotel no les pareció suficiente para compensar el prejuicio física y moral que habían sufrido… Desde nuestra experiencia en el sector como empresa especialista en control de plagas en Barcelona, podemos afirmar que una plaga de insectos, y en particular una plaga de chinches de la cama, es un problema que los consumidores no perdonan.
Dicho esto, ¿qué podemos hacer para evitar que una plaga de chinches de la cama se instale en nuestra vivienda? Como medida de precaución, cuando volvemos de un viaje, podemos lavar toda nuestra ropa a 60 grados y congelar las prendas más delicadas. También es mejor almacenar la maleta o la mochila en el balcón o en la cocina hasta asegurarnos que no hemos traído a casa una plaga de chinches de la cama. ¿Y cómo sabemos si hemos regresado con una plaga de chinches en la maleta? Pues es muy fácil: si no tenemos picadas en la piel al cabo de unas semanas, ¡es que va todo bien! Como siempre explicamos a nuestros clientes, las chinches de la cama son insectos tan pequeños que se esconden en los sitios más recónditos, de forma que la ausencia de picadas es la mejor prueba de la ausencia de los insectos. Si por mala suerte ya tenemos una plaga en casa, es muy importante realizar lo antes posible un tratamiento profesional de fumigación de chinches de la cama porque se multiplican a una velocidad impresionante y no tardan en colonizar todo el piso.
Muchas personas piensan que la plaga de chinches de la cama sólo se encuentra en la cama de los pisos, hoteles y albergues juveniles. Es cierto que este insecto suele alojarse en el somier de la cama y sale de noche para alimentarse picando a los humanos cuando duermen: es la razón por la cual el Cimex lectularius está más conocido bajo el nombre coloquial de “chinche de la cama”. Sin embargo, las chinches de la cama no sólo se esconden en la estructura de la cama o las costuras del colchón: podemos encontrarlas en los armarios, en el sofá, en los muebles, detrás de los cuadros e incluso en los enchufes o en las paredes! Este insecto puede empezar su ciclo de reproducción en la cama, pero rápidamente coloniza toda la habitación y luego puede llegar a otras zonas de la vivienda. Las chinches de la cama son unos insectos muy viajeros: si se encuentran en el somier de la cama de un hotel o un albergue, el desafortunado cliente no tan sólo tendrá unas cuantas picadas (además de una noche sin dormir), ¡sino que se llevará la plaga de chinches a casa dentro de su ropa o de su maleta! De la cama del hotel a la cama de casa, sólo hay un paso… Y de la cama al sofá, el armario y toda la casa, sólo hay otro: las chinches de la cama no se quedan en la cama, se mueven, viajan y muchas veces, su medio de transporte es nuestro cuerpo, nuestra ropa, nuestra mochila… Es la razón por la cual siempre explicamos a nuestros clientes que es imprescindible fumigar toda la casa, no sólo las habitaciones afectadas, para eliminar la plaga de chinches, porque es muy probable que las chinches de la cama ya hayan migrado a otras partes de la vivienda.
Por otra parte, la fumigación de chinches de la cama no sólo se realiza en casas, pisos, albergues y hoteles. El nombre común “chinche de la cama” puede hacernos pensar que la plaga de chinches de la cama sólo se encuentra en las habitaciones, ¡pero las empresas de control de plagas fumigan todo tipo de locales! Si siguen las noticias, seguramente habrán escuchado hablar del caso del cine Doré en Madrid, que estuvo afectado durante varios meses por una plaga de chinches muy resistente. Los espectadores se quejaban de picaduras en los brazos y las piernas, por lo cual fue necesario cerrar el cine durante una temporada. Además, las chinches de la cama no tan sólo se encontraban en el cine, sino que la todo el barrio de Lavapiés estaba afectado por la plaga. La situación estaba tan complicada que la dirección pensó que sería necesario desmontar todo el cine para fumigar el local, pero finalmente una empresa de control de plagas logró eliminar las chinches de la cama sin tirar las butacas. Este artículo explica muy bien las diferentes etapas, desde la detección de la plaga de chinches hasta la reapertura del cine: El cine Doré acaba con las chinches.
En realidad, la plaga de chinches de la cama puede instalarse y proliferar en todo tipo de local: escuelas, hospitales, residencias de ancianos, guarderías, iglesias, cárceles, restaurantes, teatros, cines, tiendas... Hasta un barrio entero puede estar afectado! Las chinches de la cama sólo necesitan lugares para esconderse y sangre de humanos o animales para alimentarse. Son insectos muy resistentes, que pueden sobrevivir varios meses sin salir a picar. Pero ya les adelantamos que si las chinches están escondidas en el somier de la cama dónde duerme un humano, saldrán cada noche para chupar sangre: las chinches de la cama podrían perfectamente recibir el apodo de “vampiros viajeros”! Y es la razón por la cual también se encuentran chinches en los medios de transporte, en particular en los buses y autocares que transportan cada día miles de pasajeros. Las chinches están muy a gusto en las costuras de los asientos del bus, un lugar estratégico para esconderse y salir a picar los pasajeros, que luego se las llevan en la ropa o la mochila. No podemos mencionar el nombre por razones evidentes de privacidad, pero una conocida empresa de buses ubicada en Barcelona confía en nuestros servicios hace años para controlar la plaga de chinches de la cama en los buses que hacen recorridos nacionales e internacionales. Los buses tienen la misma probabilidad que un hotel de estar afectados por una plaga de chinches de la cama, dado la cantidad de pasajeros que transportan cada día.
A modo de conclusión, es importante recordar que las chinches de la cama no sólo se alojan en los lugares dónde dormimos, sino que cualquier sitio puede estar afectado por esta plaga cada vez más resistente y viajera. La fumigación de chinches, a diferencia de la fumigación de cucarachas, consiste en la pulverización de un producto químico en toda la vivienda, no tan sólo en las zonas dónde el cliente ha notado la presencia de insectos. En efecto, las chinches de la cama no se quedan en un único lugar: cuando empiezan a picar en la habitación durante la noche, es muy probable que ya estén en el sofá, los armarios, entremedio de la ropa… Si la plaga de chinches ya está muy instalada, pueden hacer falta varias fumigaciones químicas y a veces hay que tirar el colchón, la cama o algún mueble. Cuanto antes se detecta la presencia de chinches y se realiza el tratamiento de control de plagas, más rápido se elimina el problema. Las chinches de la cama proliferan cada vez más en Barcelona, una ciudad especialmente afectada por esta plaga debido a su clima y a la cantidad de turistas que transitan cada día.
Este verano, hemos podido notar un aumento importante de las fumigaciones de chinches de la cama en Barcelona. Si antes era un problema más puntual, que se presentaba sobre todo después de los viajes en verano, hoy en día tratamos esta plaga todo el año, con un incremento considerable entre los meses de junio y septiembre. Varios factores explican esta invasión de las chinches de la cama en los pisos de Barcelona. En primer lugar, hay que saber que la plaga de chinches de la cama es una plaga que siempre viene desde fuera, o sea, la traemos a casa después de un viaje, o alguien (un familiar, un amigo…) nos la trae a casa en su ropa o maleta.
Vamos a dar el caso de un cliente nuestro: en julio viajó a Madrid con su esposa, y resulta que el hotel dónde se alojaron estaba afectado por una plaga de chinches. Regresó a casa con la plaga en las maletas sin saberlo. Al principio, él y su esposa no notaron nada, pero al cabo de unos días empezaron a sentir picadas durante la noche, hasta el punto que casi no podían dormir. Cuando el cliente nos llamó a finales de agosto para solicitar una fumigación de chinches, la plaga ya estaba instalada en todo el piso. El cliente no se lo podía creer porque se quedaron en un hotel de tres estrellas que parecía muy limpios, pero hay que saber que la plaga de chinches puede afectar tanto los hostales como los hoteles de lujo: ¡las chinches de la cama viajan dónde sea!
Otro factor que ha contribuido al aumento de las plagas de chinches de la cama en Barcelona es la proliferación de webs de pisos turísticos. Estas páginas tienen un éxito tremendo en Barcelona, y muchas personas alquilan su casa, su piso, o parte de su alojamiento a turistas durante el año, y más todavía en verano. Por lo tanto, muchísima gente se aloja en estos pisos “turísticos” durante unos días, y la probabilidad que alguien traiga chinches en la ropa o la maleta es mucho mayor. Es un riesgo doble: la gente puede llegar al piso turístico con la plaga de chinches de la cama, o al revés, la gente puede irse con la plaga en las maletas y traérsela a su casa a la vuelta de las vacaciones. En otros términos, el aumento considerable de los viajes y el alquiler de pisos que no tienen control sanitario ha convertido Barcelona en una de las ciudades más afectadas por las chinches de la cama.
Si todo esto no fuera suficiente, expertos en control de plagas de Nueva York han detectado que las chinches de la cama se vuelven cada vez más resistentes a los tratamientos de fumigación química. Los insectos han desarrollado una piel más gruesa que les permite resistir mejor a los pesticidas, de forma que hay que repetir el tratamiento de fumigación de chinches cada vez más veces para que sea efectivo. Cuando sabemos que una chinche de la cama puede sobrevivir casi un año sin alimentarse (o sea, ¡un año sin chupar sangre de humanos!), esto nos da una buena idea de lo resistente que son estos insectos. Os aconsejamos la lectura de este artículo sobre este preocupante tema de sanidad: Las chinches se vuelven más resistentes que nunca .
Además de ser una de las plagas domésticas más molestas que existen, las chinches de la cama también pueden llegar a infestar lugares públicos. Esto ha ocurrido este verano en el barrio de Lavapiés en Madrid, que sufre graves problemas de insalubridad. Las basuras que se acumulan en esta zona del centro han favorecido la instalación de una plaga de chinches muy agresiva. Al día de hoy, ya hay siete focos de chinches de la cama en este barrio, y varias casas e edificios enteros se encuentran afectados por la plaga. Las autoridades no se han hecho cargo de los tratamientos de control de plagas y reformas estructurales necesarias, de forma de los particulares han tenido que asumir el coste financiero y psicológico de la infestación de chinches de la cama en su vivienda: “El caso es que, mientras unos y otros miran para otro lado, comunidades enteras de vecinos tienen que dejarse los ahorros, el tiempo y la salud en desinfecciones. En la Plaza de Lavapiés, Begoña y sus convecinos tuvieron que desembolsar unos 5000 euros para eliminar todas las chinches del edificio, a lo que hay que sumar otros 2000 euros en fundas especiales para los colchones.” Vale la pena leer este artículo sobre un problema de sanidad que podría perfectamente ocurrir en Barcelona ciudad: Las chinches se comen Lavapiés.
A modo de conclusión, nos gustaría recordar a nuestros lectores que el éxito de un tratamiento de control de plagas, y en concreto la fumigación de chinches, depende mucho del tiempo que la plaga lleve en la vivienda. Obviamente, en cuanto antes se realiza el tratamiento para eliminar la plaga de chinches, mejores y más rápidos son los resultados. Cuando la plaga está instalada desde hace meses y ha invadido todo el piso, a veces hay que tirar todos los muebles y hasta abrir las paredes y techos para fumigarlos… Un proceso más complicado, más lento, más caro. La plaga de chinches de la cama siendo una de las más molestas y resistentes, cada día cuenta en la lucha para eliminar definitivamente las chinches de nuestra vivienda o de nuestro local.
Hoy nos gustaría hablar de un tema un poco particular: la convivencia con los insectos. Los insectos causan pánico y asco a muchas personas, y puede llegar a ser una patología que los médicos llaman la entomofobia . Todos hemos escuchado hablar de la aracnofobia, que es el medio o asco incontrolable a las arañas. Lo mismo ocurre con otros insectos: muchos clientes nos confiesan que sienten ataques de pánico y un asco terrible al ver una cucaracha en la cocina o en el baño. Se trata de un miedo irracional, ya que las cucarachas no son peligrosas, pero a la persona le supone una angustia bien real, que puede tener repercusiones tremendas sobre su calidad de vida y estado de ánimo. Se han presentado casos de personas que han sufrido una depresión por culpa de los insectos que habían invadido su hogar, sea una plaga de cucarachas, chinches de la cama o hormigas, por ejemplo.
Sin embargo, nos toca convivir con los insectos ya que son una parte esencial del ecosistema. Como lo resalta este artículo de Greenpeace , si las abejas desaparecieran por culpa del cambio climático, la vida en la tierra sería casi imposible. La desaparición de las hormigas también sería muy grave para el equilibrio del ecosistema y la biodiversidad, como bien lo explica este artículo de Ecogaia . Sin embargo, a nadie le gusta tener un nido de abejas o una plaga de hormigas en su casa. En efecto, la convivencia con los insectos es necesaria, pero a veces puede llegar a ser una verdadera molestia. Por esta razón, es muy importante evitar el uso de productos tóxicos para eliminar una plaga, que pueden llegar a destruir los insectos que nos molestan, pero también otros insectos que tienen un papel muy importante en el ecosistema.
A veces la gente nos llama y nos dice: “Tengo pececillos de plata en el baño y quiero que fumiguen mi casa”, o “He visto mosquitas pequeñas encima de la fruta y quiero que fumiguen la cocina.” Sin embargo, estos insectos no se fumigan y no tiene sentido pulverizar productos tóxicos para eliminarlos. Cuando tenemos pececillos de plata en el baño, es porque existe un problema de humedad en la vivienda. La única medida válida consiste en tapar los agujeros y usar tapones en los desagües para evitar que entren, o hacer una reforma si se trata de un problema estructural de la vivienda. Cuando tenemos mosquitas en la cocina en verano, hay que evitar poner alimentos frescos como frutas y verduras fuera de la nevera, y los insectos desaparecerán. El calor y la humedad que caracterizan el clima mediterráneo en verano favorecen la presencia de ciertos insectos que no se fumigan, y ninguna empresa de control de plagas seria debería aceptar pulverizar productos tóxicos en una vivienda, que son dañinos para el medioambiente y la salud del cliente, y no sirven para nada.
Por otra parte, hay ciertas plagas que podemos eliminar, pero utilizando un método adecuado y respetuoso del medioambiente. Las cucarachas son el enemigo número 1 en Barcelona en verano. Y en efecto, convivir con cucarachas es una de las experiencias más desagradables que uno puede tener en la ciudad condal. Ciertas empresas todavía utilizan la fumigación química para eliminar las cucarachas, pero este método antiguo tiene varias desventajas: es tóxico, daña el medioambiente, y no soluciona el problema de forma duradera ya que sólo elimina las cucarachas que alcanza y no los nidos. En cambio, el método que utilizamos, a base de gel y trampas de feromonas, es el más eficaz del mercado, y no representa ningún peligro para la salud y el medioambiente. La forma de tratar una plaga de insectos también forma parte de la convivencia con ellos: hay que eliminar las cucarachas sin dejar substancias que podrían afectar negativamente a otras especies. Lo mismo ocurre con todos los insectos, y es la razón por la cual conviene apostar por un control integrado de las plagas, que respete la biodiversidad.
A modo de conclusión, nos gustaría recordarles que la convivencia con los insectos también tiene un componente cultural. ¿Por qué encontramos las mariquitas bonitas, y las arañas asquerosas? ¿Por qué nos da un ataque de pánico ver una cucaracha en nuestra cocina, cuando en otros países comen cucarachas y grillos? Simplemente porque la relación con los insectos forma parte de nuestra cultura, y en el mundo occidental, solemos asociar los insectos con el miedo, el asco y la suciedad. Sin embargo, tenemos que recordar que los insectos forman parte de la biodiversidad, como todas la especies: unos nos pueden molestar o incluso representar un peligro, pero no significa que tengamos que eliminar todos los insectos de nuestro entorno de forma indistinta.
Hoy nos gustaría reflexionar sobre el uso de la palabra fumigación, que se refiere a una técnica de eliminación de los insectos. Empezamos con un poco de etimología: la palabra fumigación designa el hecho de utilizar productos líquidos o gaseosos volátiles (o sea, bajo la forma de humo) para eliminar una plaga de insectos o parásitos. Estos productos fumigantes o fumígenos se suelen aplicar con una máquina de presión en el local o la vivienda afectada por la plaga. Se trata de lo que llamamos una fumigación química.
Durante muchos años, el único método de control de plagas que se utilizaba era este tipo de fumigación química. Cuando había una plaga de cucarachas o de chinches de la cama, siempre se utilizaba el mismo método: el fumigador utilizaba una máquina de presión para aplicar el producto en la vivienda o el local. Los productos utilizados solían ser muy tóxicos y dañinos para el medio ambiente.
Con el paso de los años, gracias a la investigación científica, se han desarrollado nuevas técnicas de control de plagas más respetuosas del medioambiente y también más eficientes.. Hoy en día, muchas plagas ya no se tratan con una fumigación química y no requieren el uso de productos tóxicos. Por ejemplo, el mejor método para eliminar de forma duradera una plaga de cucarachas consiste en utilizar un gel de uso profesional y trampas de feromona. La plaga de cucarachas está controlada de forma rápida y segura con productos que no tienen ningún tipo de toxicidad.
Entonces, por qué seguimos hablando de fumigación de cucarachas? La respuesta es sencilla: estamos haciendo un mal uso de la palabra fumigación. Cuando una empresa utiliza los productos de última generación, recomendados por la Agencia de la Salud, tenemos que hablar de control integrado de las plagas. Deberíamos reservar el uso de la palabra fumigación para las plagas que requieren el uso de productos químicos volátiles, como es el caso con la plaga de chinches de la cama o de pulgas.
Cuando un cliente nos dice que necesita una fumigación de cucarachas, entendemos perfectamente de lo que se trata, porque es la palabra que se suele utilizar en el lenguaje común. Sin embargo, nos parece importante subrayar el hecho que las técnicas utilizadas ya no consisten en una fumigación química, sino en un tratamiento respetuoso de la salud de nuestros clientes y del medioambiente.
Las vacaciones se han acabado y se acerca la vuelta al cole. ¡Bienvenido septiembre! Después de disfrutar del sol y de la playa en Barcelona o fuera, empieza una nueva temporada de proyectos que nos recuerda los lindos tiempos de la escuela. ¿Quién no se emocionó comprando cuadernos bonitos y la nueva agenda del año?
Así que nos ponemos a ordenar la casa, a deshacer las últimas maletas y ordenar la ropa… Y de repente, vemos algo raro: encontramos unos puntitos negros en las sábanas… Y al lado, hay unos pequeños bichitos rojizos. ¿Se mueven? ¡Se mueven! ¡Socorro! Parece que nos hemos traído de viaje un regalito totalmente inesperado…
Es el momento soñado para utilizar esta frase de películas. Tenemos dos noticias, ¡una buena y una mala! Empezamos con la mala: estos pequeños insectos son chinches de la cama, y los puntitos negros son sus excrementos. Las chinches se encuentran en muchos albergues, hostales y hoteles, y los desafortunados viajeros se los traen a casa en la ropa o en la maleta. Las chinches pueden viajar miles de kilómetros en una mochila o en una maleta, hasta llegar a nuestro hogar e instalarse en nuestro sofá, nuestra cama, nuestro armario, etc. Pero ahora viene la buena noticia: si nos damos cuenta en seguida que tenemos chinches en casa, la plaga no tendrá tiempo para instalarse. Como más rápido actuamos, más rápido se soluciona el problema de plaga.
Cómo saber si nos hemos traído chinches de la cama a casa es muy fácil. En general, la primera señal son las picadas que las chinches dejan en nuestro cuerpo. Estos insectos nocturnos salen cuando estamos durmiendo para alimentarse, o sea picarnos y beber nuestra sangre. Por la mañana, veremos las marcas de las picadas, unos puntos rojos muy característicos que provocan picores muy fuertes y desagradables. Se ven sobre todo en las piernas y los brazos, pero las chinches pueden picar cualquier zona del cuerpo. A veces la gente tiene una reacción alérgica a las picadas y la piel se hincha. Si todavía tenemos una duda, podemos fijarnos en el somier de la cama. Las chinches de la cama suelen esconderse en los rincones durante el día. Tienen la forma de una pequeña lenteja plana, de color marrón rojizo. Si te acercas, ¡verás que se mueven!
¿Y ahora qué? Pues nos toca llamar a una empresa de control de plagas lo antes posible. No hay que perder tiempo: los resultados son mucho más rápidos si actuamos antes que prolifere la plaga de chinches de la cama. A veces la gente espera demasiado tiempo, y cuando nos llama, la plaga está tan instalada que hace falta tirar no tan solo el colchón, sino también la estructura de la cama, y a veces el sofá u otros muebles de la casa. Además las molestias físicas y psicológicas son tan grandes, que es casi imposible convivir con una plaga de chinches en casa. Finalmente, nos gustaría recordar a nuestros lectores, sean o no clientes nuestros, que los productos de fumigación que se venden en los supermercados de forma libre no sirven DE NADA. Insistimos: no desperdicias tu tiempo, tu dinero y tu salud con un producto tóxico que puede llegar a ser peligroso, pero no eliminará nunca la plaga de chinches. Llama a una empresa de control de plagas para pedir asesoramiento y un presupuesto, porque es una plaga complicada que requiere una fumigación profesional.
Si quieres saber más sobre el tema, puedes leer otros artículos en nuestro blog, consultar nuestra página web o llamarnos para explicarnos tu problema. Estaremos encantados de responder a tus dudas y asesorarte para que tu problema se solucione lo antes posible.