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¿Cómo acabar con la plaga de rata gris o alcantarilla?

Enfrentarse a una plaga de insectos o roedores es una de las experiencias más desagradables que se puede sufrir en un hogar o negocio. En ocasiones es inevitable la aparición de cucarachas, hormigas o ratas de alcantarilla, pero ante este tipo de escenarios hay que mantener la calma y buscar soluciones efectivas y rápidas que terminen con el problema de inmediato.

De entre todas las plagas que pueden afectar a todo tipo de inmuebles, quizá la plaga de rata gris es una de las más incómodas y difíciles de gestionar por la naturaleza del propio animal. Hay que destacar que la plaga de ratas es ciertamente una de las más dañinas y que más problemas puede causar en el inmueble.

Los expertos de Control de Plagas Barcelona, una de las empresas con más experiencia en el sector de la eliminación de plagas de Barcelona, así lo aseguran: “Además del hecho de que encontrarse con un animal que es más difícil de liquidar y controlar que una cucaracha o una hormiga, es importante trasladar la idea de que la plaga de ratas es la que más puede afectar a la estructura de un edificio, las cañerías y el cableado que hay tras los muros, por lo que es recomendable actuar en cuanto se identifique su presencia”.

Rata de alcantarilla: una plaga compleja

La rata gris o rata de alcantarilla es un tipo de mamífero roedor grande que busca vivir en lugares templados y oscuros. Es por ello por lo que trata de crear sus nidos en lugares como las cámaras de aire de los muros de los edificios, falsos techos, almacenes y alcantarillado. Pueden llegar a medir hasta 18 centímetros y a pesar hasta medio kilo y son capaces de dañar materiales como madera, cables, corcho, yeso, etc. en un amplio radio de acción, por lo que la presencia de esta plaga en un edificio puede afectar a todos los inmuebles que están integrados en él.

Esta especie de roedor es un grave peligro para la salud pública puesto que son transmisoras de enfermedades que pueden afectar gravemente la salud de las personas. Algunas de las más graves son la fiebre hemorrágica viral y la fiebre Q, además de ser las mayores culpables de la transmisión de la famosa peste negra, que acabó con la vida de 100 millones de personas en el siglo XIV.

“Todo lo que tocan estos animales puede estar contaminado por alguna de estas enfermedades. Ante una plaga de ratas de alcantarilla hay que deshacerse de todos los alimentos a los que hayan podido tener acceso para evitar repercusiones negativas en la salud de la gente que habita en ese lugar”, explican los expertos en exterminación de plagas de Control de Plagas Barcelona.

Ciclo de vida de las ratas de alcantarilla

Una de las cosas que más complica las plagas de ratas de alcantarilla es que durante su ciclo de vida son capaces de reproducirse en muchas ocasiones y tener varias crías en cada ocasión. Esto hace que la población de un nido de ratas pueda multiplicarse de una manera muy rápida, lo que hace cada vez más difícil eliminar la plaga.

¿Cuánto vive una rata? 

El tiempo de vida de un rata gris en situaciones normales llega a alcanzar de los tres años de vida. Durante ese tiempo, la reproducción de las ratas es alta: pueden tener de dos a ocho camadas por año en las que nacen entre 5 y 15 crías. Esto quiere decir que una única rata puede alumbrar unos 200 ejemplares más de media durante su vida. “Esto demuestra la importancia de una actuación rápida y eficaz para la eliminación de la plaga. Cada día que pasa es más difícil de controlar y más costoso acabar con ella”, recomiendan los expertos de la empresa catalana.

Fórmulas para controlar la plaga de rata de alcantarilla

De poco sirven los trucos caseros y las trampas para ratas ante una gran plaga de este roedor. En ese sentido, una rápida actuación de una empresa experta en control de plagas y desratización es la forma más eficaz y segura de eliminar el problema de raíz y por tiempo indefinido.

El proceso de desratización consiste en una combinación de técnicas activas y pasivas encaminadas a acabar no solo con los ejemplares que se dejan ver, sino con aquellos que están ocultos tras los muros, sistemas de ventilación o alcantarillado. De este modo, se ataja el problema de raíz y se eliminan todos los roedores que están afectando al inmueble.

A la hora de optar por un equipo de control de plagas, es importante hacerlo por uno que utilicen productos y técnicas que no causen un gran impacto al medioambiente y que además no sean dañinos para los seres humanos ni para las mascotas que puedan estar en la vivienda.

Además, es interesante que la acción de estos profesionales no obligue a las personas que viven o trabajan en el inmueble a abandonarlo por unas horas o días y se les permita seguir allí sin afectar su ritmo de actividades habitual.

Esto es posible gracias al uso de productos inocuos y que son los recomendados tanto por las autoridades sanitarias europeas y nacionales como por la Direcció General de la Salut Pública del Departament de Sanidad de la Generalitat de Catalunya, en el caso de empresas como Control de Plagas Barcelona.

Por último, es de vital importancia que la empresa que se haga cargo de la desratización garantice que sus acciones tienen un efecto a medio plazo, para que el cliente se asegure de que no se va a encontrar de nuevo con el problema pasadas unas semanas. Compañías como Control de Plagas Barcelona garantizan que sus trabajos son eficaces al menos durante 12 meses, algo que se puede alargar indefinidamente si se llevan a cabo controles rutinarios y tareas de mantenimiento para evitar que los roedores vuelvan a colonizar la construcción.

Dejar la eliminación de una plaga de rata gris o rata de alcantarilla en manos de profesionales es asegurar que el problema va a desaparecer en el menor tiempo posible y de la manera más eficaz, la mejor decisión para olvidarse para siempre de esta molesta presencia.


Muchas personas sienten asco o miedo cuando ven una cucaracha o un ratón en su cocina, y esta reacción es perfectamente normal. La presencia de insectos o roedores en nuestro hogar nos hace sentir inseguros, porque invaden nuestro espacio más privado y querido, donde podemos refugiarnos y olvidarnos del estrés de la ciudad, de la suciedad del metro o de las calles. Cuando una cucaracha camina encima del lavaplatos o se esconde en el armario de la cocina, cuando un ratón pasa corriendo detrás del sofá dónde miramos la tele o jugamos con nuestros hijos, no tan sólo nos provoca asco, sino miedo, porque sentimos que el lugar que más nos gusta en el mundo está siendo atacado. Por esto muchos clientes nos llaman en un estado de pánico, porque ya no se sienten seguros en su propio hogar, aunque solo hayan visto a una cucaracha. La dimensión psicológica es esencial en el control de plagas, porque se trata de restablecer el equilibrio y la confianza dentro de la casa.

A veces, una sola cucaracha ya es una plaga para quien le tiene pánico: al enfrentarse una vez con el insecto, la persona sospecha que podría haber más en la cocina o en el hogar y se pone a tener ataques de pánico. No puede dormir, se siente insegura en su hogar, tiene miedo a contagiarse, siente que sus hijos o sus mascotas ya no están en seguridad dentro de la vivienda. No se trata de una reacción exagerada, sino que una reacción que corresponde al nivel de pánico y estrés que siente la persona. Estos sentimientos son reales, porque la persona los sufre: no importa que hayan diez o cien cucarachas en la cocina. La intervención de una empresa especialista en control de plagas permite eliminar las cucarachas de la vivienda, pero a veces la persona sigue teniendo angustias y pesadillas con insectos o roedores. De cierto modo, es más fácil controlar la plaga de cucarachas que la angustia del cliente, que ha visto su calidad de vida afectada por la presencia de insectos en el hogar.

Es importante darle crédito a la persona que sufre estos síntomas y no burlarse de ella, porque se trata de un problema serio que los psicólogos llaman entomofobia, o sea, “fobia a los insectos”. En el caso de los roedores, hablamos de musofobia, o sea la fobia a las ratas y los ratones. El miedo que siente la persona no es proporcional a la plaga que se ha instalado en casa. A veces no existe ninguna plaga de insectos o roedores, y sin embargo la persona tiene ataques de pánicos con la mera idea de poder encontrarse con una cucaracha o un ratón en la calle. Se trata de una angustia a los insectos y/o roedores que perjudica la calidad de vida de la persona, porque llega a evitar los lugares dónde piensa que podría encontrarlos, e incluso puede sentirse insegura en su propio hogar. A veces la persona hace pesadillas repetitivas en las cuales aparecen cucarachas, abejas, arañas, ratones, ratas… de forma que eliminar la plaga no basta para solucionar el problema.

Lo cierto es que hoy en día tenemos muy poco contacto con los insectos en el entorno urbano. Las técnicas de control de plagas actuales nos permiten eliminar los insectos de nuestro hogar de forma muy eficaz y duradera. Sin embargo, nuestra tolerancia hacía los insectos está en el punto más bajo: ya no podemos soportar la presencia de una cucaracha o de un ratón en nuestra casa, cuando nuestros antepasados tenían que convivir con los insectos y roedores a diario. Hoy en día, no toleramos los insectos y roedores en nuestras casas, lo que ha disparado la fobia hacía las cucarachas y las ratas: representan algo de lo incontrolable en un mundo cada vez más organizado y controlado. En otros términos, ¡la presencia de insectos es inversamente proporcional al pánico que les tenemos! En la tercera temporada de la serie Black Mirror, un joven aficionado a los videojuegos experimenta una realidad virtual en la cual se enfrenta a sus peores pesadillas. ¿Adivinen cual es el primer síntoma? Aparece una araña repugnante, que luego reaparece en la cocina tomando dimensiones monstruosas… La aracnofobia, una de las fobias a los insectos más comunes, puede aparecer sin que la persona se haya enfrentado personalmente a una araña en el pasado: el pánico a los insectos circula tanto en nuestra sociedad que llega a través de las novelas, las películas, las leyendas urbanas…

En conclusión, el control integrado de las plagas no consiste en eliminar todos los insectos de nuestro entorno. Algunos nos pueden molestar, pero son necesarios al equilibrio del ecosistema. Por ejemplo, las abejas pueden ser una molestia en verano, pero sin ellas el ecosistema estaría en un grave peligro. Nos referiremos una vez más a la serie Black Mirror, que plantea un futuro en el cual las abejas habrían desaparecido por culpa de la contaminación y habrían sido substituidas por abejas robóticas, indispensables a la vida en la tierra. Sin embargo, las plagas que afectan nuestra calidad de vida siempre se tienen que controlar: un nido de abeja en nuestra casa es, sin duda alguna, una plaga que hay que eliminar. Cuando además aparece una fobia a los insectos o a los roedores, el tratamiento (por ejemplo la fumigación de cucarachas o la captura de los roedores) es un paso indispensable pero no siempre suficiente, porque la fobia puede permanecer. Para evitar situaciones de angustia o pánico, lo ideal es evitar la proliferación de insectos o roedores en la vivienda, adoptando medidas preventivas para proteger la calidad de vida en el hogar.

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